diumenge, 15 d’abril del 2012

TIEMPOS MODERNOS, Charles Chaplin



Tiempos modernos (Modern Times) es una película realizada en EEUU en 1936, dirigida y protagonizada por el célebre actor Charles Chaplin. Narra las desventuras del obrero Charlot, que trabaja en una fábrica en la cual las tareas son mecánicas y cada quien tiene una función específica, de manera que un solo fallo desencadena el malogro del resto de la producción. Su trabajo consiste en atornillar y martillear, motivo por el cual termina perdiendo la razón, y empieza a atacar a la gente con una llave inglesa, intentando enroscar todo lo que le rodea, exhausto por la monotonía y el frenético ritmo de la cadena de montaje. Es internado en un hospital y, tras salir de él, se ve involucrado accidentalmente en una manifestación y es encarcelado al ser confundido con un líder comunista, acusado de ser el instigador de la revuelta. La falta de trabajo lleva a la desesperación, a cometer actos delictivos que en otras circunstancias no se llevarían a cabo. Una vez libre, reemprende la lucha por la supervivencia junto a una joven huérfana con la que compartirá su sueño por una vida mejor y más feliz, representada por un hogar estable.

Entre los actores que aparecen merece mención Paulette Godard, compañera idónea de Chaplin, con el que se casó en secreto y participó en otra de las película maestras del director, “El Gran Dictador”.
Como es habitual en el cine del autor, entre los dos personajes hay una relación de fuerte amistad que asciende a amor. Aunque por separado Charlot protagoniza momentos cómicos y la chica las situaciones dramáticas, una vez juntos predominará la diversión (escena del baile de patines en el centro comercial, su amanecer entre varias prendas de ropa…) y la esperanza que él le ofrece a ella.



El primer subtítulo de la película rezaba: "Tiempos modernos es una historia sobre la empresa, la iniciativa individual y la búsqueda de la felicidad".



 


Este largometraje se enmarca dentro de la COMEDIA, el género más importante en la filmografía de Chaplin ya que siempre trata los problemas a través de ella; aunque también tiene algo de romanticismo y de drama, nos hayamos ante una obra en la cual la tristeza es opacada por lo cómico. Con ingenio, una gran ocurrencia para crear situaciones cómicas y una profunda sensibilidad, en sus más de 90 películas ha mostrado las pequeñas y grandes catástrofes de la vida cotidiana. También podría definirse como una crítica social de la época (la Gran Depresión), por el retrato que hace el director de la sociedad del momento. Por lo tanto, con el tratamiento trágico-cómico que impera, no sólo presenciamos un espejo de la vida de los años 30, sino también la ideología de un autor comprometido con el mundo que le rodeaba.

"La vida es una tragedia si se contempla de cerca, pero una comedia si se contempla desde cierta distancia y en un plano más general de conjunto" - Charles Chaplin.

La primera escena es reveladora, pues en ella aparece un rebaño de ovejas, lo cual es una metáfora (propia del cine mudo, para decirnos algo sin necesidad de explicarlo con palabras). El rebaño es comparable con los trabajadores de una fábrica, ya que salen todos juntos como robots en dirección a su puesto de trabajo, marcan la hora de ingreso y salida; todo el tiempo está calculado, no se permite la holgazanería. Esto hace ver al ser humano como un animal que lo único que hace es obedecer órdenes para el beneficio de otros. El capitalista, por su lado, pasa el tiempo sentado y tranquilo en su oficina, haciendo puzles, leyendo el periódico y supervisándolo todo a través de una pantalla. Es el ‘’pastor’’, el que lo controla todo con el simple gesto de presionar la alarma, pidiendo que la velocidad aumente y exigiendo continuamente más trabajo.

De esta forma, en la película se muestra la organización del trabajo durante la época llamada Segunda Revolución Industrial (fordismo y taylorismo) y refleja las consecuencias que se derivan: la Gran Depresión, causada por la crisis mundial que provocó el crack del 29, año en el que se hundió la bolsa de Nueva York. Las diferencias sociales aumentaron, afectando sobretodo a las capas más bajas de la sociedad (campesinos, obreros y empleados). Las condiciones de vida eran lamentables y los derechos prácticamente inexistentes. Y estos sucesos desencadenaron una grave crisis social; en la población se palpaba un clima de miedo, desolación e incertidumbre. No había trabajo y el que tenía la suerte de tenerlo era en condiciones infrahumanas (con explotación, exceso de responsabilidad, sin prevención de riesgos laborales, con jornadas de hasta 16 horas diarias, etc). Así pues, Tiempos Modernos es una fuerte crítica del capitalismo desarrollado en los años posteriores, la mecanización de la industria y cómo ello conlleva la deshumanización del ser humano.


El hombre pasa a ser una pieza más de la máquina y esto queda ejemplificado cuando Chaplin cae en ésta; lo importante no era lo que le haya ocurrido, ni lo que pensaba, sino que el fin era producir y generar ganancias. Con la introducción de la máquina el hombre queda subordinado a ésta sin importar si funciona bien o mal, como ocurrió con el aparato alimentador (con el cual el obrero no tenía que parar de trabajar para comer), algo que interesa mucho a los empresarios pues eso conlleva incremento de la producción. Así, sin la necesidad de pensar y regido por el tiempo, su alimentación era más mecánica que la misma máquina, una anulación de su libertad, creatividad y personalidad, alienándolo completamente a ella.
Frente a la miseria de los trabajadores, la película también refleja el confort e incluso la riqueza de otras clases sociales. Por ello, en aquellos tiempos tan difíciles, los cineastas optaron por fortalecer y promocionar un cine escapista que inspirara un poco de optimismo dentro de la actitud decadente y el negativismo generalizados.

Desde el punto de vista técnico destacan los decorados de las primeras secuencias, en la fábrica, y la escena en que Charlot transporta la bandeja con el pato. Además, encontramos planos con algo de simbolismo, por ejemplo el primer plano del reloj, que representa el paso del tiempo y cómo la sociedad va evolucionando a pasos agigantados.
Otra característica de Tiempos Modernos es que es la última película de Chaplin en que aparece Charlot, personaje que había alcanzado un gran éxito en el cine mudo. Recurriendo a pocas palabras y a efectos sonoros, tomó como referentes a dos títulos tan diferentes como importantes: "Para nosotros la libertad" (1931) de René Clair y el monstruo germánico "Metrópolis" (1926) de Fritz Lang, influencia que se puede observar en escenas de corte futurista en  la fábrica.

Así René Clair afirmó: «El cine hablado no es lo que nos asusta, sino el deplorable uso que nuestros industriales van a hacer de él».

Pese a que cuando se rodó la película ya era técnicamente posible darle voz al protagonista (en aquella época el cine sonoro se impuso en Hollywood), Chaplin decidió no hacerlo. El cine mudo utilizó diferentes recursos que permitieron al espectador seguir la historia: la introducción de breves textos explicativos y la actuación de los actores.
Sin embargo, sí introdujo música, voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de las máquinas. La letra de la canción en la secuencia del camarero, conocida como Titina, está formada por una serie de palabras ininteligibles o tomadas de varios idiomas, se trataba de una burla al cine sonoro.

El final posee un aire esperanzador, emarcado gracias a la excelente música que entona la canción “Smile” justo cuando Charlot consigue que la chica sonría.

Para la composición musical Chaplin contó con la colaboración de Alfred Newman. La música es un elemento primordial para las películas mudas, pues ayudan a transmitir mucho más a la imagen, en el caso de Chaplin demuestra, además, su gran capacidad artística al ofrecer piezas musicales aún hoy inmortales, de hecho el tema “Smile” es todo un clásico que enamoró a artistas de la talla de Michael Jackson.

Al final de la película Charlot ya no está sólo en la lucha por la supervivencia, sino que tiene una compañera, y esta parece ser la única esperanza que nos propone: la desaparición de la soledad, porque sabiendo lo difícil que es cambiar las condiciones políticas no nos queda otro refugio que cambiar nuestra vida privada, porque la vida no es tan difícil si nos tenemos el uno al otro para superar las adversidades… 
Por lo tanto, el autor consiguió convertir su obra en atemporal, porque, al contrario de lo que parezca, trata temas que están vigentes hoy en día (corrupción política, paro, pobreza, desesperanza en el futuro), de cómo el capitalismo que se ha encargado de inducirnos y hacernos creer en el consumismo para que la alienación del hombre frente a las máquinas no cese nunca. 

Por último, os dejo un fragmento que nos muestra una forma de organización de la producción industrial como es el fordismo, es decir, la aplicación de la cadena de montaje de Henry Ford a la película.



Khrystyna Kinson Botey
1º de Periodismo



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