dilluns, 16 d’abril del 2012

Andrew Dominik, la futura promesa

Quizás con otro Jesse..
Si tuviera que decidir entre los directores con mejor evolución y proyección para el futuro, no cabe duda que la mayoría de los nombres que escogería serían bastante conocidos por todos. Entre esos nombres seguramente estarían Tarantino, Christopher Nolan, David Fincher y los hermanos Coen entre una larga lista de grandes realizadores, algunos ya consagrados en su profesión, que tienen en común una cosa: crean una expectación impresionante.

En esa mayoría no estaría, en mi opinión, un director que no cuenta con una experiencia tan amplia como los anteriores, pero que ha dado forma con mano firme y buen gusto lo poco que ha tocado, y que, por tanto, añadiría sin lugar a dudas a la mencionada lista de promesas.
Ese director es Andrew Dominik (Wellington, Nueva Zelanda, 1967) que ha dirigido únicamente dos películas: Chopper (2000) y el Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007).


Empezaré por orden cronológico.

Hola soy Chopper y llevo tattoos.

Chopper es un biopic sobre la vida real del célebre criminal australiano Mark Brandon “Chopper” Read, que más tarde se convertiría en escritor de éxito relatando sus idas y venidas de prisión y sus problemas con la justicia.En el film, Dominik trata de esbozar un personaje que pese a la crueldad y la maldad inherente a su carácter resulta ser un personaje complejo que llega a caer bien incluso; un personaje que está magníficamente interpretado por Eric Bana, uno de los puntos fuertes de la cinta.


Eric Bana hace de auténtico motherfucker en la peli.
Chopper es una película no apta para todos los públicos, y me atrevería a decir que tampoco para el espectador medio, pues es una película violenta, con un ritmo inicial muy lento y una historia no demasiado llamativa. Su ritmo desigual y la poca profundización con la mayoría de personajes secundarios es quizá su punto más débil.
Pese a todo lo malo es una obra que contiene escenas verdaderamente memorables y seguro que quedarán en la retina de los que sepan apreciar sus virtudes.

Te tengo calado, Ford...
La segunda obra de Dominik, y su mejor película hasta ahora, El Asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, es una adaptación del propio Dominik sobre la novela de Ron Hansen.
La película es, a mi parecer, la mejor, más moderna y pulida versión del tristemente decaído género del Western. Brad Pitt encarna al legendario forajido Jesse James y Casey Afleck a su verdugo Robert Ford, el elenco se completa con grandes actores de la talla de Sam Shepard, Sam Rockwell y Jeremy Renner entre otros.


La fotografía de este film es muy "tsunami".


Bob quería ser famoso, quería ser un cowboy.
Pese a que la historia del mítico Jesse James es una historia bastante trillada, la película ofrece un punto de vista más profundo y reflexivo que se cuece a fuego lento y sin duda es su principal seña de identidad durante sus algo más de dos horas y media de duración. Al igual que pasaba con Chopper, esta es una obra para gustos refinados ya que, aunque comercialmente es una obra mucho más llamativa, es una película con un montaje de corte muy clásico y alejado del frenético ritmo que imponen las cintas más comerciales de hoy en día. El director hace gala de una puesta de escena brillante y su director de fotografía Roger Deakins da una clase absolutamente magistral, la guinda la pone una banda sonora compuesta por Nick Cave y Warren Ellis, que encaja a la perfección con el film. Una película que merece la atención de cualquier amante del cine y que recomiendo enérgicamente.



Hoy en día, el cine comercial impone una normas muy estrictas que a veces hacen que las películas que requieren un presupuesto decente estén muy condicionadas y adaptadas para que el público se sienta atraído por ellas. Estas convenciones muchas veces van en contra de la creatividad así que es difícil ver un director diferente con un gran presupuesto y libertad totales; sólo unos pocos se pueden permitir el lujo de hacer un cine más bien de autor sin tener que pactar con el diablo. Hay algunos que llaman la atención, que saben revestir la imagen de película comercial y darle la profundidad necesaria para llevar su obra a otro nivel. Creo que Andrew Dominik puede ser una de estas personas, ha demostrado un talento que está todavía por confirmar, para mí es probablemente un diamante en bruto del Hollywood más serio y más alejado del blockbuster palomitero que comienza ya a cansar entre los que el cine les parece “algo” más que un negocio.

Javier Jiménez Martínez (Publicidad y RRPP)

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada